viernes, 16 de enero de 2009

Inoportuno.

Muchas luces, diversión buena compañía y creo que reía bastante en ese momento en el cual dejé de moverme y dirigí mi vista hacia un pequeño niño que disfrutaba tanto de los colores, la fantasía, todo lo que supongo le provocaba el gozo de estar en ese lugar de tanta irrealidad. Luego en mi cabeza los pensamientos se detuvieron ¡llegó!, llegó a mis pensamientos, qué tortura son esas bonitas imagenes para mi, a partir de un niño comenzé a recordarlo a él; al final el aire cobraba una suave textura que relajaba mis pulmones al punto de dormirlos y pintarlos de colores multiples, colores que nunca habia visto, desconocidas maravillas que se oscurecían al volver su imagen a mi mente volvieron tales imagenes, pero esta vez eran sin color y vidrios quebrados, ¡señorita!, necesito su sonido alto en mis venas una vez mas.