No es arrepentirse, puede que de algunas cosas sí, pero no del hecho, porque gracias a que aquellos troncos llegaron al suelo, golpearon puertas y destruyeron perfiles estoy aquí hoy. Fue mucho dolor, fue mucha paciencia, fue mucha la cordura desechada como para no querer hacer un "borrón y cuenta nueva" pero a SOLAS.